¿Qué es “sanar”?

Muchas veces hemos escuchado la palabra “SANAR”… ¿pero qué significado le damos?

¿Qué es sanar?

Sanar es HACERSE CARGO. ¿Hacerse cargo de qué? Pues de una misma. En todos los sentidos y en todas las áreas de nuestra vida.

¿Eres dueña de tu propia vida?

Cada ser humano tiene como meta atender a su propia evolución y no a la de los demás. No tiene ningún sentido gastar energía en criticar, juzgar, manipular o preocuparte del crecimiento de las otras personas. Estás aquí para ocuparte de ti misma. ¡Pero nos han enseñado que esto es “Egoísmo”!

Nos hemos alejado tanto de nosotras mismas que ya no sabemos ni quienes somos y andamos por el mundo con parches sin saber que nuestras heridas, esas grandes heridas del alma, están ahí, ardiendo, supurando y gritando ser atendidas.

Ahora bien… ¡¡¡¡Sanar es solo para valientes!!!!

Porque es adentrarse en las profundidades de tu propia sombra y bucear en ella.

No ocurre espontáneamente. Es un proceso que requiere tiempo, energía, dedicación, paciencia y mucho coraje. Sanar es empezar a ver lo que no quieres ver. Porque te duele y mucho.

Empezar tampoco es tan fácil. Primero porque no sabes por dónde y segundo porque te vas a encontrar con tus propias resistencias. Esas resistencias salen del ego, el personaje que te has creado para sobrevivir y lleva tanto tiempo contigo que ya tiene voz propia. Pero no es tu voz. Sin embargo a veces te identificas con ella, está claro que es más cómodo y ya estás acostumbrada… Pero ese personaje no eres tú.

Tú eres mucho más.

Reconocer las heridas, quitar el parche, ver la costra y rascar la llaga para sanearla, duele. Este proceso es lento, necesitas paciencia y mucho amor contigo misma, porque saldrán muchas emociones escondidas como tristeza, rabia, angustia, miedo, soledad, asco, frustración, impotencia… Todo aquello que no fue atendido en su momento se hará visible en este proceso.

Por eso decimos que sanar no es para cualquiera. Es para personas osadas.

El proceso de la sanación se realiza de adentro hacia afuera. No al revés.

Sanar es encontrar tu propia voz.

Algunas heridas del alma

Heridas hay muchas. Y cada una la vive de una forma diferente. Pero según las personas que han estudiado este tema podemos identificar algunas.

Para Lise Bourbeau hay cinco heridas del alma. Estas son:

  1. Traición

  2. Rechazo

  3. Abandono

  4. Humillación

  5. Injusticia

Y en cada una de ellas el personaje actúa con una característica diferente que ha creado para defenderse de éstas la primera vez que ocurrió. Es lo que se llama Mecanismo de defensa. Y esto sucedió en algún momento de la infancia.

Estos mecanismos pueden manifestarse con determinadas formas de actuar como:

Necesitar un mayor control en todas las situaciones.

No querer ningún conflicto y huir de ellos.

Sentir dependencia de otras personas.

Vergüenza por no sentirse a la altura de poder satisfacer las necesidades ajenas.

Evidenciar perfeccionismo.

Otras versiones agregan más heridas: Las mismas en general ocurren en la infancia pero otras pueden pasar en cualquier momento de la vida. O bien despertar de repente, porque en su momento no se pudieron atender ya que el dolor que producía era muy intenso. O no se tenían los recursos necesarios.

Abuso: Este puede darse en cualquier sentido. Puede ser abuso emocional, psicológico, sexual, etc.

Violencia: Vivir situaciones de violencia tanto física, emocional, visual, auditiva, etc.

Indiferencia: Sentirse invisible, la propia existencia no es importante.

Decepción: Las expectativas no se cumplen.

Pérdidas: Muertes de seres queridos.

Emociones asociadas a las heridas del alma

Evidentemente en Abanico de Plumas creemos que somos seres integrales y que lo que nos afecta a un nivel repercute en los otros. Alguna instancia que suceda a nivel físico también influye a nivel emocional, mental o espiritual… Así que no importa donde se inició, sino dónde se manifiesta.

Las emociones que pueden aparecer son: miedo, soledad, libertad, disociación, negación, frialdad, vergüenza, impotencia, tristeza, angustia, asco, frustración, rabia, rencor, remordimiento, alivio, culpa, desesperanza, confusión, desolación, ansiedad, esperanza, gratitud, irritabilidad, aceptación, liberación, pérdida de identidad, autoexigencia, juicios, incertidumbre, sensación de vacío…

Dependiendo de las emociones que se vayan identificando en el proceso de sanación se necesitará una forma o varios recursos para sanar las heridas.

¿Cómo se sana?

El proceso de sanación es personal, de compromiso y responsabilidad. Sin embargo es un privilegio iniciarlo, es maravilloso, es evolución, liberación y autorrealización. La transformación siempre trae beneficios para aquellos que lo inician.

Existen muchas herramientas a tu disposición: en Abanico de Plumas te ofrecemos las terapias llamadas integrales u holísticas como: Gemoterapia, Reflexología, Registros akáshicos, Terapias energéticas, Flores de Bach, Terapia Gestalt, Constelaciones familiares, Coaching, Péndulo hebreo, Access Bars, Masaje Ayurvédico… pero

El canal de sanación eres tú

Aprender a reconocer las propias necesidades, las emociones que se sienten, los pensamientos que aparecen y cómo todo ésto nos afecta a nivel general es el primer paso.

Generalmente cuando una persona presenta la necesidad de sanar una herida se encuentra perdida. Su cuerpo va solo y no sabe lo que precisa, sus emociones entran en contradicción, se siente confundida o incluso no sabe qué siente. Los pensamientos la atormentan y no encuentran solución a lo que pasa. El personaje (ego) está en todo su esplendor, ofreciendo su resistencia al cambio, con mucha fuerza y seduciéndola con sus excusas para que no siga debilitándolo y siga siendo él quien dirige su vida.

No es fácil hacer este camino a solas.

La mayoría de las veces necesitamos un acompañamiento que nos brinde confianza, seguridad, arropamiento, confidencialidad y un espacio seguro donde poder abrirse.

En definitiva, encontrar:

Una profesional que nos guie en el camino

sin que dirija nuestros pasos

o nos diga lo que debemos de hacer.

 

Y tu disposición a darlo todo, contigo misma:

 

Compromiso, honestidad, trabajo, dedicación, tiempo, esfuerzo, valentía y coraje.

 

Así que la sanación va a ocurrir cuando se logra una coherencia entre el pensar, el sentir, la necesidad y la acción.

Cuando nuestras conductas coinciden con nuestras intenciones,

nuestras acciones coinciden con nuestros pensamientos,

nuestra mente coincide con nuestro cuerpo y

nuestras palabras coinciden con nuestras acciones,

un enorme poder hay en nosotras”     

Joe Dispenza