Los arquetipos son patrones universales que determinan la estructura de la psique humana. Es decir son modelos emocionales y de conducta que tallan nuestra manera de procesar las sensaciones, imágenes y percepciones, dándoles un sentido. De alguna manera, para Jung los arquetipos se acumulan en el fondo de nuestro inconsciente colectivo para formar un molde que le da significado a lo que nos pasa.
En la cultura estos arquetipos se representan mediante figuras, imágenes, etc. que llegan hasta nuestros días como “Diosas”.
Jean Shinoda Bolem en su libro “Las diosas de la mujer madura” ha recopilado a varias y nos da a conocer los atributos de estos arquetipos. Entre ellas hay 5 de la antigua mitología griega, que según la autora, son las que encarnan cualidades asociadas a las mujeres mayores. Hay otras mitologías que conservaban figuras femeninas maduras poderosas como Kali hindú, Sekhmet egipcia, Uzume japonesa, Kuan Yin china, etc. De las 5 griegas encontramos a Metis que casi no se la conoce, que simboliza la sabiduría práctica e intelectual. Sofía que es la sabiduría mística y espiritual. Hécate, la sabiduría psíquica e intuitiva, Hestia la sabiduría meditativa y Baubo, la diosa del vientre, cuya condición fue reducida a la categoría de sirvienta.
Vamos a hablar un poco de cada una de ellas en diferentes artículos. Empecemos por Metis y saquemos conclusiones de por qué es tan desconocida.
Metis. Consejo sabio
Metis es hija de titanes. Los titanes eran las divinidades dominante preolímpicas. Zeus quería derrocarlos para ser el rey de los dioses. Y para hacerse con el poder decide seducir a Metis quien se niega en varias ocasiones, transformándose en múltiples formas para escapar. Pero Zeus, que no iba a abandonar su cometido, sigue acosándola, la atrapa y la convierte en su primer esposa.
Zeus necesitaba de sus hermanos para derrotar a los titanes, pero estos habían sido tragados por su padre Cronos. Es Metis quien idea un plan para que Cronos bebiera un vomitivo y arrojara a sus hijos, ya crecidos. Así, con la ayuda de sus hermanos, Zeus derrota a los titanes y a su propio padre.
Cuando Metis estaba embarazada de Atenea, un oráculo de la tierra le dijo a Zeus que nacería una niña y si concebía nuevamente, Metis daría a luz a un amoroso hijo que lo suplantaría. Con intención de librarse de esta premonición, Zeus decide engañar a su esposa nuevamente para que se hiciese pequeña y así poder tragársela.
Al tragar a Metis Zeus incorpora a su existencia Sabiduría y Prudencia, dos atributos de la diosa engullida, que ahora, en apariencia son del dios. Incluyendo el parto.
En el útero de Metis Atenea sigue creciendo y en el momento del parto Zeus sufre unos atroces dolores de cabeza. Tienen que abrirle el cráneo con un hacha para que pueda alumbrar a su hija. Atenea nace de la cabeza de Zeus ya adulta, con una armadura dorada, portando una lanza y anunciando su llegada con un poderoso grito de guerra. Inmediatamente ocupó un lugar a la derecha del padre, convirtiéndose en su preferida y es a la única que Zeus le confió sus símbolos de poder.
¿Qué infieres de esta historia? ¿Encuentras algunas similitudes con las mujeres en la actualidad?
¿Qué crees que representa este arquetipo? ¿Identificas alguna mujer “engullida” por el patriarcado?
Metis representa la habilidad de comprender una situación de forma intelectual y actuar con sabiduría y pericia. Su experiencia de vida se convierte en su oficio. Va más allá de dominar técnicamente un arte o una práctica. Es el arquetipo del consejo sabio.
Metafóricamente Zeus representa al patriarcado que engulle los saberes de Metis y se los apropia, como si siempre hubieran sido suyos.
Podemos poner muchos ejemplos de mujeres inteligentes, expertas, listas, con una posición económica o social acomodada que han sido engullidas por sus Zeus particulares.
Mujeres casadas con maridos que ambicionan su status social, que consiguen el éxitos gracias a sus contactos y recomendaciones, estrategias e ideas para que puedan alcanzar sus objetivos y luego se ven relegadas, al cuidado de la casa e hijos, repudiadas o divorciadas. Quedando totalmente invisibilizadas.
Hombres que se atribuyeron obras escritas, creativas o artísticas de mujeres que quedaron relegadas al olvido. Recomendamos ver la película “Big eyes” (Ojos grandes).
Cuando hay un equipo de trabajo y ante un reconocimiento social mayor aparecen los nombres de los directores del equipo, generalmente hombres, sin considerar el aporte de todas las personas que colaboraron. A las mujeres se las considera “ayudantes” y no integrantes del equipo, aunque sean excelentes científicas. Un ejemplo de ellos lo podéis ver en: Good girls revolt (La revolución de las chicas buenas, una serie de Amazon Prime)
¿Conoces algunos de estos nombres de mujeres que fueron invisibilizadas por hombres?
Mileva Maric, excelente matemática, esposa de Einstein. hasta el día de hoy no sabemos cuánto ha contribuido en la teoría de la relatividad.
Rosalin Franklin, una brillante científica que proporcionó el eslabón que mostraba la estructura del ADN como una doble hélice, por el cual los señores Watson y Crick recibieron el premio Nobel.
Camille Claudel, la talentosa escultora que termina sus días encerrada en un manicomio y sus obras fueron adjudicadas a Rodin.
Zenobia Camprubí, mujer culta, activa, desenvuelta, moderna para su época, profesora en varias universidades, emprendedora de éxito, que al desposarse con Juan Ramón Giménez, enfermo psiquiátrico, diluye su personalidad en la de su hombre.
Son algunos ejemplos que hemos extraído entre muchas otras mujeres, que han pasado al anonimato, sin ser reconocidas por sus propios méritos. Y como dice la canción “Mujeres” de Silvio Rodriguez: “… y otras desconocidas, gigantes, que no hay libro que las aguante…”
No es de extrañar que Metis no sea conocida. Sigue engullida. A nosotras nos toca empezar a apropiarnos de los atributos de este arquetipo para beneficiarnos de su sabiduría y avivar su recuerdo.
Para llegar a conocer a Metis necesitamos reflexionar sobre sus cualidades, tener un diálogo íntimo con ella, darnos un buen baño de diosa para despertar en nosotras a la Metis que llevamos dentro. Ella no se presenta como tal por el solo hecho de cumplir años. Que seas mayor no te garantiza tener sus atributos. Hay que trabajarlos para que puedan salir a la luz, Como una semilla, Metis está potencialmente en todas nosotras, solo tiene que caer en tierra fértil, ser abonada, regada y cuidada para que pueda crecer.
Cuando dejas de preguntar a los expertos y confías en tu propia experiencia, entonces encuentras a tu Metis.