Para saber más sobre los arquetipos ver el post anterior: https://www.abanicodeplumas.com/2020/11/02/los-arquetipos-femeninos-en-la-mujer-madura-metis/
Emplearemos la palabra Diosa/Dios no como religión sino como expresión máxima de espiritualidad y cada mujer puede darle el nombre que considere.
Desde el estudio de J. Shinoda Bolen en su libro: “Las diosas de la mujer madura”, os presentamos a Sophía, su nombre viene del griego y significa Sabiduría. Saber del alma.
Sophía es la expresión del aspecto femenino de Dios. Si, Dios tiene un aspecto femenino y otro masculino. Para crear se necesita de estos dos aspectos. Aunque el patriarcado nos ha ocultado muy bien el aspecto femenino de Dios y puede resultar muy chocante que el gran padre omnipotente, creador del cielo y la tierra tenga un atributo femenino.
Recordemos cuáles son los atributos de cada una de estas energías. A la energía sagrada femenina le corresponde la receptividad, por tanto es el aspecto de la consciencia en el que se manifiesta el flujo, la abundancia y la conexión con la vida. A la energía sagrada masculina le corresponde el impulso, es la que mueve toda la creación. Mientras la femenina gesta y entrega vida, la masculina se encarga de impulsar y custodiar esa vida, es la guardiana del movimiento y la transformación. La energía femenina cuando se encuentra en equilibrio confía en el Universo. Se entrega completamente a la experiencia de la Vida y no se detiene en cuestionar y dudar. La energía masculina que se encuentra en equilibrio y en comunicación con la femenina, actúa en el mundo desde la confianza, sin sentimientos de lucha; hace lo que tiene que hacer y pone en movimiento los actos necesarios para que las cosas se concreten y se manifiesten.
Sophía
Sabiduría Espiritual y Mística. Ella nos conecta con nuestra profundidad del Ser, con la más absoluta intimidad de una misma, si, aquello tan íntimo y tan verdadero que a veces no sabemos bien cómo llegar a ello. Nos conecta con la gnosis, con esa certeza intuitiva que nos viene del alma. La introspección es ese proceso que nos lleva a conocernos desde nuestra verdad auténtica y que cuando podemos actuar impulsadas por ella todo se desenvuelve en armonía, simplicidad y amor. Cuando realmente escuchamos de forma consciente nuestro cuerpo es cuando podemos aprender a conectar con la verdadera intuición que no es predecible; es la sabiduría innata de pertenecer a un universo infinito interconectado donde solo existe la unicidad, somos Uno (sin género).
Y nos desprendemos de esta Unicidad (Fuente, Gran espíritu…) para que nuestra alma (una gota de la Fuente) pueda habitar un cuerpo físico y una mente, ser mujer u hombre y comenzar un aprendizaje a través de las experiencias que la vida en su infinita sabiduría nos ofrece. La historia de la humanidad se remonta a miles y miles de años. En civilizaciones anteriores a la nuestra se incluía una parte espiritual femenina y masculina. Diosas y Dioses que representaban los atributos humanos. La mayoría de nosotras hemos sido criadas en el monoteísmo donde existe un solo Dios y así todo atributo espiritual femenino, o sea la Diosa, desaparece, ha sido totalmente ocultado e incluso demonizado o innombrable. Y siglo tras siglo se ha ido afianzando la negación de la Diosa y, por supuesto: lo que no se nombra no existe. De esta manera Sophía , como todas las Diosas, fue perdiendo su fuerza, dejó de ser venerada y todos sus atributos fueron ocultados llegando a nuestros días solo como el concepto de sabiduría, el significado de su nombre en griego.
Cuando descubrimos la parte femenina de Dios, la Diosa, podemos incluso sentir que traicionamos al Padre. Aunque la idea de ser representada espiritualmente alivia nuestra alma.
¿Por qué es importante este arquetipo de espiritualidad y sabiduría para la mujer madura?
Todo nuestro cuerpo hace un cambio físico y mental por naturaleza. La importancia que dábamos a las demás personas poniéndolas en primer lugar va perdiendo peso y adquiere más fuerza el “yo” misma. Soy la persona más importante de mi vida. No de forma egoísta, de que las otras no me interesan sino más bien todo lo contrario. Para poder amar y poder ofrecer lo mejor de mí, mi naturaleza me insta a adentrarme en mi interior y reflexionar sobre el sentido de la vida, entre otras cosas y aquí encontramos a Sophía esperando para echarnos un cable.
En algunas mujeres ocurre de forma consciente y en otras totalmente insconsciente. Hay mujeres que se adentran en una espiritualidad no religiosa y otras se reconcilian con su religión. En algunas religiones las mujeres ya pueden oficiar, son reconocidas como líderes espirituales, sacerdotisas, predicadoras y grandes teólogas siendo un gran referente para la comunidad femenina. Sentirnos representadas es importante, somos reconocidas. Hoy en día no es necesario ser religiosa para que haya un contacto del alma con la divinidad. Hay muchas mujeres que cuando llegan a la madurez sienten la necesidad de un verdadero acercamiento hacia la espiritualidad e incluso algunas a la misticidad.
Conocer el arquetipo de Sophía nos ayuda a sentir tales experiencias sin necesidad de dogmas, ni jerarquías ya que a cierta edad la mujer que experimenta la unión con su alma, siente su libertad.
Ann Brancrotf rescata en la historia a grandes místicas sobre todo del medievo. Podemos destacar a:
- Teresa de Ávila o Santa Teresa de Jesús. España,1515 Escritora mística y fundadora de varias órdenes. Beatificada en 1614, canonizada en 1622 y doctora de la iglesia católica en 1970 por el Papa Pablo VI.
- Hildegarda de Bingen. Nacida en Alemania en 1098. La abadesa que no fue quemada. Porque por sus conocimientos podría haber sido acusada de bruja. Era médica, poetisa, sexóloga, compositora, consejera política, filósofa, mística y profetisa.
- Meinrad Craighead. Nacida en Arkansa en 1936 y fallecida en 2019. Artista, pintora, mística y directora de talleres sobre lo Divino Femenino. Sus obras muestran el gran espectro que abarca la espiritualidad de las mujeres. Te invitamos a que visites su página: https://meinradcraighead.com/
- Sor Juana Inés de la Cruz. Juana Inés de Asbaje Ramírez de Santillana. Nacida en 1648 en la ciudad de Méjico. Su obra habla de lo religioso y lo profano. Uno de sus más afamados poemas habla precisamente de ello:
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:
Si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal? …
¿O cuál es de más culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?
Sophía es quien guía a estas mujeres que experimentan la divinidad percibiendo lo sutil y mostrando al mundo esta sacralidad de lo femenino.
Sophía está en tu interior, ella sabe quien eres. Puedes llegar a ella de muchas maneras, abre tu corazón y conecta con tu alma. La introspección, el silencio, la meditación, la oración, una buena caminata contigo misma, un baile de escucha interna, una buena lectura, una conversación con una amiga, cualquier conexión contigo desde el alma te llevara a ella.
“No somos seres humanos atravesando una experiencia espiritual; somo seres espirituales viviendo una experiencia humana.”
Pierre Teilhard de Chardín