¡Con dos ovarios, chicas!

Con dos ovarios, mujer he nacido.

Dos almendras creadoras de semillas

de mi linaje por fin las florecillas

bosques de almendros han parido.

 

Dos ovarios han signado mi vida,

sentidos, humores, pensamiento.

Cuerpo de mujer, luz encendida,

que iluminas y eres mi sustento.

 

Con la fuerza del amor, el gran sustrato,

mis ovarios, olvidados, maldecidos,

mes a mes reclamaron mi buentrato,

con ternura y con dolor los he acogido.

 

Hoy te pido perdón por no quererte,

por renegar de ti y tu venida.

Ahora, cuando tu actividad decrece,

comprendo tu energía escondida.

 

Te doy las gracias, ovario derecho,

generador de designios y proyectos.

Con tu poder y mi voluntad he me deshecho

de límites, juicios, muros abyectos.

 

Gracias ovario izquierdo. Te doy

la bienvenida, creatividad placentera.

Pinturas, canciones, arte soy,

expresión, libertad, mujer entera.

 

Con dos ovarios hoy me planto.

Aquí estoy. Soy mujer, en mí confío.

Soy valiosa. A mi sabiduría canto,

dulce artesana, don y desafío.

E. Vassallo

Hemos oído muchas veces la expresión “Con dos ovarios” que viene a decirnos que somos merecedoras, fuertes y valientes.

Cuando conectamos con nuestra sabiduría ovárica somos poderosas, entramos en nuestra creatividad más íntima, una capacidad de creación que el intelecto no controla y que surge de lo más profundo de nuestro ser. Si logramos ser fieles a nuestro diseño de Crear tendremos toda la energía y sabiduría de nuestra naturaleza a nuestro beneficio.

Se nos transmite que en la segunda etapa de nuestra vida, la menopausia, los ovarios dejan de funcionar y ya no son importantes. Hoy sabemos que estas pequeñas glándulas endocrinas no se secan, en realidad pierden peso pero siguen produciendo progesterona y estradiol, en menor cantidad. Estas hormonas son importantes para la prevención de la osteoporosis y también para mantener la energía y la libido. Es licito valorar a nuestros ovarios cómo órganos dinámicos que forman parte de la sabiduría de nuestro cuerpo durante toda la vida y no como “inútiles y peligrosos” para nuestra salud.

Aunque los ovarios no estén físicamente por cirugía, lo que ya no está es su función fisiológica, pero su manifestación energética sigue estando. Las mujeres no perdemos nunca la capacidad creadora, es intrínseca en nosotras. Esta energía creativa disponible puede ser plasmada desde el cuerpo físico en diferentes aspectos de nuestra realidad. La creatividad no solo se refiere a la creación física de engendrar bebés sino a toda creación: obras, libros o cualquier proyecto.

Cuando no hacemos caso de esta sabiduría creativa interior, debido a miedos o desconexión, esta energía poderosa puede actuar en nuestra contra ocasionando cualquier disfunción ovárica. Por ejemplo cuando creemos que situaciones externas nos impiden ser fiel a nosotras mismas, que no tenemos suficiente poder económico o de cualquier otra índole para salir de la situación en que nos encontramos atrapadas, o cuando nos estancamos en las emociones de rencor, deseos de desquitarse o venganza. En estos casos nuestros ovarios pueden verse afectados.

Reconozcamos nuestro poder ovárico. El mundo necesita de nuestro poder creador.

La importancia de donde venimos

 

Sabemos que las mujeres nacemos con todos los ovocitos formados ya en el vientre de nuestra madre. Dichos ovocitos madurarán a partir de la menarca convirtiéndose en óvulos. Así de uno de estos óvulos nacemos. Por lo tanto parte de ti estuvo en el vientre de tu abuela materna. Esto quiere decir que todas las mujeres, como nietas, llevamos información directa de ella. Y no solo genéticamente. Todo lo que nuestra abuela sintió, vivió, como lo vivió, si era el momento adecuado para tener hijos, si el embarazo era deseado, si se sentía protegida, amada, respetada, necesidades no cubiertas, conflictos de identidad, etc. Toda esta información y más deja una impronta en cada célula del feto. También en los ovocitos de tu mamá.

Dentro de un útero hay dos generaciones.

 

¿ Por qué de la abuela materna y no del abuelo materno?

El óvulo, como toda célula lleva la información genética en su núcleo pero además tiene ADN en las mitocondrias, unas formaciones que se encuentran en el citoplasma celular. En este ADN mitocondrial es donde está guardada la información biológica a niveles de programas que se repiten. Por lo tanto las mujeres del mismo linaje compartimos la misma herencia de memorias tanto positivas como limitantes.

En el espermatozoide las mitocondrias están en la cola y ésta queda afuera en el momento de la fecundación. Por lo tanto el abuelo materno no aporta ADN mitocondrial.

Os proponemos un ejercicio de visualización para conectar con nuestros ovarios, revitalizarlos y honrar nuestro linaje materno.

Para conectar con nuestros ovarios necesitamos ubicarlos en nuestro cuerpo.

Coloca las manos uniendo los dos pulgares sobre el ombligo y junta los dedos índices formando un triángulo. Tus ovarios están a la altura de donde se encuentran tu meñiques ligeramente abiertos.

Lleva tus manos a tus ovarios. Inspira contrayendo el periné e imagina que el aire sube hasta el cuello del útero. Exhala relajando el periné e imagina que el aire sale de los ovarios y se dirige por las trompas hacia el útero. Repite esta respiración varias veces hasta que sientas toda esta zona llena de energía.

Respira naturalmente a tu ritmo. Visualiza un juego de Matrioskas. La más pequeña eres tú. Ahora imagina que tu cuerpo entra en cuerpo de tu madre. Luego ambas entran en cuerpo de tu abuela. Y las tres en el cuerpo de tu bisabuela. Si puedes continúa visualizando más ancestras.

Este es tu linaje, de donde procedes.

Un hilo de luz blanca te une a ti y a tus ancestras en un solo camino. Gracias queridas abuelas y antepasadas por haber tejido mi camino de vida. Con esta luz reparo los posibles patrones de limitación y pobreza, creencias limitantes y secretos tácitos familiares. Aquí y ahora nos une la alegría, esperanza, valentía, superación y amor. Sanando y restaurando el cuerpo, el alma y todas las relaciones pasadas y futuras. Gracias, gracias, gracias. Así es.

A tu ritmo, vas siendo consciente de tu cuerpo, haz dos respiraciones profundas y cuando sientas abres los ojos.

Puedes hacer esta visualización tantas veces como lo desees si eres una mujer en menopausia o postmenopausia. Si decides hacer este ejercicio con tu hija o nieta que no estén embarazadas.

“Ella canta inspirada en el conocimiento de los ovarios, un conocimiento que le viene de lo más profundo del cuerpo, de lo más profundo de la mente, de lo más profundo del alma”     

Clarissa Pinkola