Nunca se habló mucho acerca de la menopausia. Digo menopausia, aunque el término correcto sería climaterio. Lo poco que podíamos oír era lo que hablaban entre sí las mujeres más cercanas a nosotras, como abuelas, tías, madres, vecinas, etc. Algunas contaban sus miedos: a un embarazo tardío, a envejecer, a quebrarse los huesos. Otras decían que estaban cansadas de “los calores”.
Pero ninguna hablaba de la transformación en toda regla que esta etapa trae y de los requisitos previos, es decir la preparación que toda mujer necesita para transitarla sin miedos, sin apegos, con naturalidad y en paz consigo misma.
No lo hablaban, porque no lo sabían.
Si nos hubieran hablado de esta transformación, hoy nos encontraríamos más abiertas a vivir esta etapa natural, estaríamos mejor preparadas a los cambios que se nos presentan y encontraríamos respuestas a muchas preguntas, inquietudes y decisiones que nos toca enfrentar. Pero, como no tenemos todo esto, estamos creándolo entre todas. Aquí y ahora.
En esta etapa nos replanteamos TODO: lo que hicimos y lo que no hicimos. Si tuvimos hijos o si no tuvimos, qué pareja queremos o no, quiero jubilarme o me gustaría empezar a trabajar, en síntesis cómo quiero vivir la otra mitad de mi vida. Parece que todo está “patas arriba”. Y muchas veces no sabemos qué hacer.
Y siendo sinceras con nosotras mismas es momento de hacerse cargo de todas las decisiones pasadas, responsabilizarse de los aciertos y de los considerados errores o fracasos.
Dejar de sentirse víctimas del destino y de las circunstancias.
Es momento de hacer una limpieza emocional para dejar de cargar con todo aquello que pudo haber sido y no fue. Despedirse de las personas que ya no están, realizar los duelos, afrontar las pérdidas y los cambios que necesitamos hacer. Es momento de sanar definitivamente todas aquellas heridas que aún tenemos abiertas.
No siempre es fácil y tampoco es necesario hacerlo sola.
Podemos pedir ayuda profesional si nos sentimos bloqueadas en alguna circunstancia. Lo único seguro es que hay que hacerle frente a esta transformación. Y la menopausia es la cantera propicia para extraer la vitalidad y energía que necesitamos para encausar todo este proceso. Estamos preparadas en cuerpo y mente desde el nacimiento para afrontar esta nueva fase de desarrollo como una oportunidad de curación y crecimiento.
Si toda esta energía disponible especialmente en esta etapa no se reconduce para cubrir nuestras necesidades, corremos el riesgo de enfermar. Por eso a las mujeres postmenopáusicas se nos considera candidatas a padecer depresión, problemas cardíacos o cáncer de mama.
Y nadie se pregunta por qué.
Simplemente consideran que “la edad” es la causa. ¿Y saben qué? La edad no es la causa de ninguna enfermedad. Tenemos que desterrar ese trinomio Edad Avanzada-Enfermedad-Persona Caducada.
Esta es una creencia muy arraigada en toda la sociedad: Edad igual a decrepitud. Todo se viene abajo. La salud también. Y no. La edad no tiene porqué ser sinónimo de enfermedad. Se puede envejecer dignamente, manteniendo la capacidad cognitiva, sintiéndonos poderosas, desprendiendo belleza, erguidas, con los huesos sanos y fuertes.
Nos negamos a ser tratadas como enfermas por ser maduras.
La madurez no es una enfermedad. Y con los cuidados necesarios, responsabilidad, expresión de las ideas, una buena gestión de las emociones y aprendiendo a conectar con nuestra sabiduría interna, podemos llevar una vida sana, plena, satisfactoria, alegre y en armonía con nuestro cuerpo.
Hablar de esta transformación personal, del cambio de paradigma que se produce en nuestra vida, a veces nos asusta y nos descoloca, hasta que encontramos el nuevo enfoque. Aparecen otros cuestionamientos, donde de repente las relaciones, el trabajo, la familia, el vínculo con una misma, se nos antojan observarlos desde una óptica absolutamente diferente. Tal vez haya que redefinir conceptos como nuestra belleza, nuestro erotismo y sexualidad. Y Tantos otros aspectos.
Nuestro trabajo interior ahora implica descubrir cuáles son las creencias que nos limitan para ser lo que queremos. O cuáles son los límites que no estamos pudiendo poner. Descubrir cuáles son los recursos propios con los que contamos y cuáles necesitamos adquirir para llevar a cabo nuestro proyecto de vida. Cómo nos sentimos en esta nueva fase.
Qué queremos potenciar y a qué nos queremos comprometer.
Y, por sobre todas las cosas, saber que no estamos solas. Que somos muchas las mujeres que estamos transitando este nuevo camino, que nos sentimos fuertes, con ganas de vivir, gozar y seguir aprendiendo. Queremos ser visibles, sin caer en las trampas que esta sociedad de consumo nos tiene preparadas. Estamos aquí y nos responsabilizamos de nuestros deseos, nuestros cuerpos y nuestras voluntades.
Y tal vez, por qué no, seamos nosotras quienes le allanemos el camino a todas las generaciones de mujeres que nos sucedan. Desde nuestra propia vivencia, autoconocimiento y sororidad.
Para ello necesitamos saber qué temas nos interesan conocer, hablar, investigar, experimentar o simplemente sentimos curiosidad como mujer ahora.
Por ejemplo, temas como la belleza, el miedo a la vejez, a la soledad, a la dependencia tanto económica como física, la salud, los síntomas, el trabajo, la creatividad, la pareja, la sexualidad, la espiritualidad y un largo etcétera que podríamos ir descubriendo juntas a medida que vayamos conociéndonos.
Cada mujer es diferente y presenta necesidades distintas.
En Abanico de Plumas queremos brindar apoyo, formar tribu, para que las necesidades de nuestra comunidad se vean satisfechas.
- Ofrecemos sesiones de Coaching exclusivas para mujeres maduras. Según lo que cada una quiera abordar. (Desarrollarse personalmente, reinventarse profesionalmente, soltar lastre del pasado, cumplir con determinados objetivos de vida, etc.)
- Talleres presenciales y on line para conocernos a nosotras mismas, reconocer nuestra sabiduría interior, sanar heridas emocionales y trabajar sobre nuestros cuerpos para reconectar con nuestra esencia femenina.
- Blog con contenido de interés que aporte valor a las mujeres de nuestra comunidad.
- Meditaciones de conexión con nuestra Energía Femenina. Una vez al mes dispondremos de una meditación de Luna Nueva. La luna poderosa del arquetipo de la Anciana.
- Entrevistas a mujeres maduras que puedan servirnos de referentes actuales como mujeres empoderadas, exitosas, feministas, que han logrado sus objetivos personales o están en vías de salir de los estereotipos patriarcales.
- Un apartado de mujeres que deseen ofrecer sus servicios profesionales siempre que coincidan con nuestra visión y perspectiva. (en construcción)
- Un programa de afiliación para trabajar de manera conjunta la independencia económica, crear abundancia, aprender a gestionarla desde una perspectiva femenina y poder crear empoderamiento financiero en nuestra comunidad. (en construcción)
- Un oráculo de la diosas de la mujer madura. (en construcción)
- Una sesión de podcasts con cuentos, perlas de sabiduría, resumen de artículos, audios de entrevistas, etc. para escuchar cuando queramos. (en construción)
A medida que Abanico de Plumas vaya creciendo iremos incorporando otras secciones que sean requeridas por nuestra comunidad de diosas.
Te invitamos a que participes en Abanico de plumas. Plantea tus dudas. Decide vivir tu madurez con plenitud.
Con la menarquía la mujer entra en su propio poder.
Clara Castellotti
Con la menstruación practica su propio poder.
Con la menopausia se transforma en el poder mismo.
Suscríbete. Gracias.